La enfermedad celíaca es una patología autoinmune que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial, aunque muchas personas no están diagnosticadas. El screening para la enfermedad celíaca es esencial para identificar a aquellos individuos asintomáticos o con síntomas leves que podrían beneficiarse de una dieta sin gluten para prevenir complicaciones a largo plazo.
El screening de la enfermedad celíaca está indicado en diversas situaciones clínicas. Los grupos de riesgo incluyen:
El primer paso en el screening de la enfermedad celíaca es la realización de pruebas serológicas. Los anticuerpos más comúnmente utilizados son:
En caso de pruebas serológicas positivas, el siguiente paso es la confirmación diagnóstica mediante biopsia del intestino delgado. Se obtienen múltiples muestras de diferentes áreas del duodeno para evaluar la presencia de atrofia de vellosidades, hiperplasia de criptas y aumento de linfocitos intraepiteliales.
El debate sobre el screening universal versus el dirigido continúa. Aunque el screening dirigido a poblaciones de alto riesgo es más común, algunos argumentan que el screening universal podría identificar casos subclínicos y prevenir complicaciones a largo plazo como la osteoporosis y el linfoma intestinal.
Es crucial realizar un seguimiento adecuado en pacientes con pruebas serológicas positivas pero sin cambios histológicos concluyentes. Estos pacientes pueden requerir una reevaluación periódica y, en algunos casos, una dieta sin gluten de prueba bajo supervisión médica para observar la respuesta clínica.
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